Desgraciadamente, los accidentes de tráfico no son todo lo infrecuentes que quisiéramos, y por eso es posible que en algún momento de nuestra vida protagonicemos o seamos testigos de un accidente de tráfico. Es importante que tengamos claro qué es lo que debemos hacer en ese caso para minorar los daños y facilitar la determinación de las responsabilidades. Lo principal es garantizar la seguridad de aquellas personas que puedan haber resultado heridas en el accidente, para lo cual hay que seguir el protocolo PAS para primeros auxilios (Proteger, Avisar, Socorrer).
Proteger
Antes de realizar cualquier actuación, nos protegeremos a nosotros mismos, a la víctima y al entorno. Ejemplos:
- Nos pondremos guantes de un solo uso antes de tocar cualquier víctima.
- En accidentes de tráfico, colocaremos los triángulos de seguridad, nos pondremos el chaleco reflectante que debemos llevar obligatoriamente en la cabina de nuestro vehículo
- Si percibimos olores extraños en un lugar cerrado, lo ventilaremos y cerraremos la llave de paso del gas, si es necesario.
Avisar
Una vez que la zona está segura, valoraremos si es necesaria la actuación de los equipos de emergencias como los bomberos, la policía y/o los equipos sanitarios. En caso de que los necesitemos, llamaremos al teléfono de emergencias 112 y daremos toda la información posible.
Hay que informar de:
- Lugar exacto del accidente
- Qué ha pasado.
- Número de víctimas y tipos de lesiones que presentan.
- Características especiales de los accidentados: niños, embarazadas…
- Características especiales del accidente: riesgo de explosión, escape de gases…
Socorrer
Después de tener claro que el entorno es seguro y de haber avisado a los servicios de emergencias, si lo hemos considerado necesario, pasaremos a socorrer a la víctima. Seguiremos unas pautas generales:
- Debemos saber tranquilizar a la víctima y a nosotros mismos.
- En los casos en que hay más de un accidentado, estableceremos una prioridad de actuaciones, atendiendo primero los que están más graves.
- En la mayoría de las situaciones que nos podemos encontrar, es tan importante saber qué hacer como que no hacer.
- De inicio siempre haremos una valoración primaria, en la que comprobaremos el estado de consciencia y si la víctima respira o no.
- Una vez estemos seguros de que la víctima se encuentra fuera de peligro inmediato, haremos la valoración secundaria que consiste en realizar un examen físico exhaustivo para conocer las lesiones que puede tener. Para realizarla, trataremos de pies a cabeza a la víctima, buscando lesiones tales como heridas, hemorragias, puntos dolorosos, deformidades. También intentaremos conocer sus antecedentes médicos, como alergias, enfermedades y tratamientos.
